Un estudio completo de la ergonomía en la oficina debe de estudiar el entorno del "oficinista" (acústica, térmica, iluminación, etc) y no solo su posición en el área de trabajo.
Los espacios de trabajo se ven influenciados por las necesidades ergonómicas de los usuarios. Estas necesidades ergonómicas se pueden englobar dentro de los diferentes aspectos de la definición de "confort":
- El confort físico: A través de la iluminación, el acondicionamiento acústico, la climatización, la conducción del cableado, las dimensiones, formas y regulaciones de los muebles y, en particular, la ergonomía de la posición sentada.
- El confort psicológico: La intimidad acústica y visual, proxemia o territorialidad, el color y la personalización del espacio de trabajo.
De forma resumida, vamos a citar algunas observaciones y recomendaciones ergonómicas claves en las oficinas, viendo en esta primera entrada las referidas a iluminación y acústica:
Iluminación:
Del 80% al 85% de la información que se recibe en la oficina llega a través de la vista. El ángulo de visión cambia constantemente:
- Visión sobre un plano horizontal: necesidad de mucha luz.
- Visión sobre un plano vertical: necesidad de poca luz.
El nivel de iluminación debe estar adaptado a cada actividad:
- Lectura y escritura: 500-800 lux.
- Reunión: 200-300 lux.
- Clasificación y circulación: 200 lux.
- Trabajo con pantalla: 300 lux.
Conviene evitar:
- Deslumbramientos (luces directas a los ojos provenientes de ventanas o lámparas).
- Contrastes (zonas de sombra y luz).
- Reflexión (documentos o pantalla).
Acústica:
Una persona consume hasta un 20% de su energía para concentrase en un ambiente ruidoso. A cualquier sonido que resulte molesto se le puede llamar ruido. Se dice que un espacio de trabajo es confortable si se han considerado:
- La confidencialidad.
- La inteligibilidad.
- El ruido ambiental (de 35 a 45 dB) en función de las actividades y necesidades de cada usuario.
